La Corte Suprema de Brasil dispuso este lunes el arresto domiciliario del expresidente Jair Bolsonaro, en el marco de la causa que investiga un presunto intento de golpe de Estado posterior a su derrota electoral en 2022. La medida cautelar fue dispuesta por el juez Alexandre de Moraes, quien también lidera otras causas contra dirigentes de la ultraderecha brasileña.
El proceso judicial apunta a un supuesto plan de Bolsonaro y aliados para revertir los resultados que dieron la victoria a Luiz Inácio Lula da Silva, e involucra disturbios, presiones a las Fuerzas Armadas y la redacción de un decreto de intervención institucional que nunca llegó a ejecutarse.
Restricciones: sin redes, sin salidas y con monitoreo electrónico
Como parte del arresto domiciliario, la Justicia ordenó que Bolsonaro utilice un brazalete electrónico de localización, y le prohibió salir de su domicilio por las noches y durante los fines de semana. Tampoco podrá usar redes sociales, comunicarse con diplomáticos, ni contactar a otros imputados, incluyendo a su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro, también investigado por su rol en la conspiración.
Estas restricciones buscan evitar la interferencia del exmandatario en la causa judicial y proteger la integridad de la investigación.
Un proceso con alto voltaje político y judicial
Bolsonaro enfrenta un juicio impulsado por la Fiscalía General de Brasil, que lo acusa de coordinar una maniobra institucional para anular los comicios de 2022. En marzo, un panel de cinco jueces del Supremo Tribunal Federal decidió por unanimidad llevar el caso a juicio.
Además del intento de golpe, Bolsonaro ya había sido inhabilitado políticamente hasta 2030 por decisión del Tribunal Superior Electoral, por abuso de poder y desinformación durante la campaña.
Tensión con EE.UU.: sanciones, represalias y protestas
La decisión judicial encendió también una fuerte reacción del expresidente estadounidense Donald Trump, aliado político de Bolsonaro. Su administración denunció una “persecución política” contra el líder brasileño, impuso sanciones diplomáticas contra jueces del Supremo y anunció un arancel del 50 % a productos brasileños en represalia por lo que calificó como “ataques a la democracia”.
En Brasil, manifestaciones de apoyo a Bolsonaro se registraron en ciudades como São Paulo y Río de Janeiro, donde sus seguidores marcharon con banderas brasileñas y estadounidenses y exigieron una amnistía para el exmandatario.
¿Qué implica esta medida?
Si la Justicia logra probar que Bolsonaro coordinó un intento de golpe de Estado, el exmandatario podría enfrentar penas de varios años de prisión. Además de su ya vigente inhabilitación electoral, esto marcaría un antes y un después en la historia institucional del país.
Analistas consideran que el fallo refuerza la independencia del Poder Judicial frente a presiones tanto internas como externas y representa un punto de inflexión en la consolidación democrática de Brasil.
Lo que viene: juicio clave y definiciones en las próximas semanas
El juicio continuará en los próximos meses, con audiencias previstas para agosto y septiembre. El Supremo Tribunal Federal ya anticipó que no modificará el calendario pese a las presiones externas y aseguró que garantizará el debido proceso.
Bolsonaro, por su parte, insiste en su inocencia, denuncia una persecución política y asegura que las acciones que impulsó tras su derrota fueron legales.
Conclusión
La decisión de imponer arresto domiciliario a Jair Bolsonaro representa un momento sin precedentes para la democracia brasileña. Mientras el expresidente enfrenta cargos por intento de golpe, el país se encuentra sumido en una nueva crisis institucional. La reacción internacional, especialmente desde Estados Unidos, añade un capítulo más al complejo escenario geopolítico que rodea a este proceso judicial de alto impacto.